
Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira, conocido simplemente como Sócrates, fue mucho más que un futbolista; fue un símbolo de inteligencia, liderazgo y rebeldía dentro y fuera del campo. Nacido el 19 de febrero de 1954 en Belém, Brasil, Sócrates se destacó tanto por su talento en el fútbol como por su activismo político y su formación académica, convirtiéndose en una figura única en la historia del deporte.
Un Futbolista Intelectual
Sócrates no solo brilló en el terreno de juego, sino también en el ámbito académico. Mientras desarrollaba su carrera como futbolista, se graduó en medicina, ganándose el apodo de «El Doctor». Este logro marcó un precedente, ya que muy pocos futbolistas lograban combinar una carrera profesional con una formación académica tan exigente.
En el campo, Sócrates era un mediocampista excepcional, conocido por su estilo elegante, su visión de juego, sus pases precisos y su característico «toque de taco», que utilizaba con frecuencia para desorientar a los rivales. Con una imponente estatura de 1.93 metros, poseía una técnica refinada y un liderazgo natural que lo convirtió en el capitán ideal para cualquier equipo en el que jugó.
Carrera Deportiva
- Botafogo-SP
Sócrates comenzó su carrera profesional en el Botafogo de Ribeirão Preto, donde rápidamente llamó la atención por su talento y habilidad para el juego colectivo. - Corinthians
En 1978, se unió al Sport Club Corinthians Paulista, el club donde se consolidó como una leyenda del fútbol brasileño. Durante su paso por el Corinthians, lideró al equipo hacia títulos importantes, como el Campeonato Paulista, y se convirtió en un símbolo de lucha dentro del campo y en un ícono de los valores democráticos fuera de él. - La Democracia Corinthiana
Durante su etapa en el Corinthians, Sócrates lideró el movimiento conocido como la Democracia Corinthiana, una revolución sin precedentes en el fútbol brasileño. En una época marcada por la dictadura militar en Brasil, Sócrates y sus compañeros propusieron un sistema democrático dentro del club, en el que jugadores, cuerpo técnico y directivos tomaban decisiones juntos, desde tácticas de juego hasta cuestiones administrativas. Este movimiento trascendió el deporte y se convirtió en un símbolo de resistencia contra el régimen autoritario. - Fiorentina y otros clubes
En 1984, Sócrates se trasladó a Europa para jugar en la Fiorentina de Italia. Aunque su paso por el club no fue tan exitoso como en Brasil, dejó una huella imborrable por su personalidad y estilo de juego. Tras su experiencia en Europa, regresó a Brasil, donde jugó en equipos como Flamengo y Santos, antes de retirarse en 1989.
La Selección Brasileña
Sócrates fue una de las grandes figuras de la Selección de Brasil en la década de 1980. Participó en las Copas del Mundo de 1982 y 1986, siendo capitán del equipo en el torneo de 1982, considerado uno de los mejores equipos de la historia del fútbol, aunque no logró ganar el título.
Con su liderazgo, Brasil desplegó un fútbol de altísimo nivel, conocido por su belleza y creatividad. Sócrates formó parte de un mediocampo legendario junto a jugadores como Zico, Falcão y Toninho Cerezo, ofreciendo actuaciones memorables que lo colocaron como uno de los grandes referentes de su generación.
Más Allá del Fútbol
Sócrates siempre fue un hombre comprometido con la sociedad y la política. Utilizó su popularidad como futbolista para alzar la voz contra las injusticias sociales y apoyar causas democráticas en Brasil. Su activismo, junto con su papel en la Democracia Corinthiana, lo convirtió en un ícono cultural que trascendió el deporte.
Además, Sócrates tenía una personalidad multifacética: era amante de la literatura, la música y la filosofía, de ahí su apodo, en honor al filósofo griego Sócrates. Su forma de pensar y su manera de expresarse lo diferenciaron de otros jugadores de su época, convirtiéndolo en un referente intelectual dentro del mundo del fútbol.
Legado y Fallecimiento
Sócrates falleció el 4 de diciembre de 2011, a los 57 años, debido a complicaciones de salud relacionadas con problemas hepáticos, en gran parte atribuibles a su estilo de vida. Su muerte dejó un profundo vacío en el mundo del fútbol y generó homenajes en todo el planeta.
Hoy, Sócrates es recordado no solo como un gran futbolista, sino como un símbolo de lucha, integridad y pensamiento crítico. Su legado perdura en la memoria de los fanáticos del fútbol y en la historia de Brasil como un ejemplo de cómo el deporte puede ser una herramienta para el cambio social.
Frase emblemática de Sócrates:
«Mi meta en el fútbol siempre fue ser campeón, pero sin perder el sentido de la libertad.»
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