En 1991, la carrera de Diego Armando Maradona sufrió un golpe devastador cuando dio positivo por cocaína en un control antidopaje mientras jugaba en el Napoli. Este hecho marcó el inicio de su declive en el fútbol europeo y su abrupta salida del club italiano.
Maradona, quien había llevado al Napoli a lo más alto con dos títulos de Serie A (1987 y 1990), la Copa de la UEFA (1989) y otros trofeos, ya tenía problemas con las autoridades italianas debido a sus supuestos vínculos con la mafia napolitana y su vida nocturna. Sin embargo, el resultado positivo en el dopaje fue el golpe final.
La Federación Italiana de Fútbol lo sancionó con 15 meses de suspensión, lo que significaba el fin de su etapa en Italia. Ante el escándalo, Maradona huyó de Nápoles y regresó a Argentina, donde fue recibido como un ídolo, pero también enfrentó problemas con la justicia. Su carrera nunca volvió a ser la misma, aunque tuvo breves regresos en equipos como Sevilla, Newell’s Old Boys y Boca Juniors.
A pesar de la polémica, su legado en Nápoles quedó intacto. Hasta el día de hoy, es considerado un dios del fútbol en la ciudad, y el estadio del Napoli fue renombrado en su honor como Estadio Diego Armando Maradona tras su fallecimiento en 2020.
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