
El partido entre Argentina y Perú, disputado el 21 de junio de 1978, sigue siendo uno de los encuentros más polémicos en la historia de los Mundiales. Fue el último encuentro de la segunda fase de grupos, con Argentina necesitando una victoria por al menos cuatro goles para superar a Brasil en la diferencia de goles y clasificar a la final. Contra todo pronóstico, los anfitriones lograron una abultada victoria de 6-0 en Rosario, lo que generó dudas y teorías de conspiración que persisten hasta la fecha.
El desarrollo del partido
Desde el inicio, Argentina impuso un ritmo arrollador. Mario Kempes abrió el marcador a los 21 minutos y amplió la ventaja poco después. El equipo dirigido por César Luis Menotti desplegó un juego ofensivo implacable, mientras que Perú, liderado por el arquero Ramón Quiroga, de origen argentino, mostró una inesperada fragilidad defensiva. Leopoldo Luque, Alberto Tarantini y René Houseman también anotaron, cerrando un marcador que superó las expectativas.
Las controversias
La contundente victoria levantó sospechas casi de inmediato. Algunos medios y observadores señalaron que el resultado fue demasiado sorprendente para un partido de esa relevancia. Varias teorías han sugerido un posible arreglo del partido, entre ellas:
- Presión política: Se especula que el régimen militar argentino, liderado por Jorge Rafael Videla, intervino para asegurar la clasificación del equipo y reforzar la imagen del país en medio de violaciones de derechos humanos.
- Motivaciones económicas: Según rumores, hubo incentivos financieros para jugadores peruanos o dirigentes.
- Factores diplomáticos: Se argumenta que la ayuda militar argentina a Perú en ese período pudo haber influido en el resultado.
Declaraciones posteriores
Jugadores y dirigentes de ambos equipos han negado rotundamente cualquier arreglo. Ramón Quiroga defendió su actuación, mientras que futbolistas peruanos aseguraron haber jugado con profesionalismo. Sin embargo, las circunstancias y el contexto político de la época han mantenido el debate vivo.
Impacto y legado
Argentina avanzó a la final y derrotó a los Países Bajos 3-1 para ganar su primera Copa del Mundo. Sin embargo, el 6-0 frente a Perú quedó como una mancha en la narrativa del torneo, siendo objeto de análisis y especulación en libros, documentales y debates futbolísticos.
Aunque la FIFA nunca investigó formalmente el caso, el partido sigue siendo recordado como un símbolo de cómo el deporte puede entrelazarse con la política y la controversia.
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