Alfredo Di Stéfano, conocido como «La Saeta Rubia», es una de las figuras más influyentes en la historia del fútbol. Nacido el 4 de julio de 1926 en Buenos Aires, Argentina, su carrera abarcó tres países y marcó un antes y un después en el deporte. Di Stéfano redefinió el concepto de jugador completo gracias a su capacidad para destacar en cualquier posición del campo.
Comenzó su carrera profesional en 1945 con River Plate, donde ganó la liga argentina en 1947. Durante este periodo, mostró destellos de su genialidad, ganándose un lugar en la selección argentina, con la que conquistó la Copa América ese mismo año. Sin embargo, su trayectoria internacional tomó giros inesperados, ya que también representó a Colombia y, posteriormente, a España.
Tras un breve paso por Millonarios de Colombia, donde ayudó al club a dominar el fútbol colombiano, Di Stéfano se trasladó al Real Madrid en 1953, un movimiento que cambió la historia del club y del fútbol europeo. Durante su tiempo con los merengues, Di Stéfano lideró al equipo en su época dorada, ganando cinco Copas de Europa consecutivas entre 1956 y 1960, un logro sin precedentes. Fue el máximo goleador en todas esas finales, mostrando su capacidad para brillar en los momentos decisivos.
Con el Real Madrid, también conquistó múltiples títulos de La Liga y fue galardonado con dos Balones de Oro (1957 y 1959). Su habilidad para atacar, defender y organizar el juego lo convirtió en un futbolista único, capaz de adaptarse a cualquier necesidad del equipo.
A nivel de selecciones, Di Stéfano no pudo participar en una Copa del Mundo debido a diversas circunstancias, pero su impacto en el fútbol de clubes lo consolidó como una leyenda. Tras retirarse, continuó vinculado al deporte como entrenador y figura emblemática del Real Madrid.
Di Stéfano falleció el 7 de julio de 2014, dejando un legado imborrable. Su influencia va más allá de los títulos: representa el prototipo del jugador versátil, creativo y estratégico, cuyo impacto moldeó el fútbol moderno.
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