
El Mundial de Inglaterra 1966 fue testigo de una de las mayores sorpresas en la historia del fútbol: la increíble actuación de Corea del Norte. Contra todo pronóstico, el equipo asiático eliminó a Italia en la fase de grupos con una victoria por 1-0, logrando lo impensable en un torneo dominado históricamente por selecciones europeas y sudamericanas.
El partido, disputado en Middlesbrough, quedó grabado en la memoria futbolística como una demostración de coraje y determinación. Corea del Norte, considerado un equipo débil antes del torneo, aprovechó al máximo sus oportunidades y defendió con disciplina ante una Italia plagada de figuras. El gol decisivo fue obra de Pak Doo-Ik, cuyo nombre pasó a la historia como símbolo de un triunfo que desafió las expectativas.
Este logro convirtió a Corea del Norte en el primer equipo asiático en alcanzar los cuartos de final de una Copa del Mundo, marcando un hito en el desarrollo del fútbol en la región. Aunque su camino terminó en esa instancia tras caer ante Portugal en un emocionante 5-3, su gesta en Inglaterra 1966 sigue siendo recordada como una de las historias más inspiradoras del deporte.
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