Guillermo Stábile (17 de enero de 1905 – 26 de diciembre de 1966) fue una de las primeras grandes figuras del fútbol argentino e internacional, dejando un legado imborrable tanto como jugador como entrenador. Su habilidad goleadora, liderazgo en el campo y contribuciones al desarrollo del fútbol lo convierten en un ícono de la historia del deporte.
Los Inicios de un Goleador
Stábile nació en Buenos Aires y dio sus primeros pasos en el fútbol en el modesto Club Sportivo Metán. Su carrera profesional despegó al unirse al Club Atlético Huracán, donde rápidamente se destacó como un delantero implacable. Conocido por su velocidad, precisión y capacidad para definir en los momentos clave, fue pieza fundamental en la obtención de títulos para el club.
En Huracán, Stábile se ganó el apodo de El Filtrador, debido a su habilidad para pasar entre las defensas rivales con elegancia y eficacia. Este talento llamó la atención de la selección nacional, llevándolo a la primera Copa Mundial de la FIFA en Uruguay 1930.
La Leyenda del Mundial de 1930
Aunque comenzó como suplente, Stábile debutó en el Mundial de Uruguay 1930 en el segundo partido de Argentina, contra México. Su actuación fue espectacular, anotando un hat-trick en su primer juego. A partir de ahí, su impacto fue inmediato, convirtiéndose en el máximo goleador del torneo con 8 goles en 4 partidos, un récord impresionante para un debutante.
Argentina alcanzó la final, enfrentándose a Uruguay en un partido lleno de tensión. Aunque los albicelestes no lograron llevarse el trofeo, Stábile se consolidó como una estrella internacional y uno de los primeros ídolos del fútbol mundial.
Carrera en Europa
Tras su éxito en el Mundial, Stábile emigró a Europa, donde continuó su carrera como futbolista. Jugó para el Genoa y el Napoli en Italia, dejando su marca con goles decisivos y un estilo de juego atractivo. Más tarde se trasladó a Francia, donde militó en el Red Star FC antes de retirarse como jugador en 1939.
El Maestro Desde el Banquillo
Después de colgar los botines, Stábile se convirtió en entrenador, y fue en este rol donde cimentó su legado en el fútbol argentino. Como técnico de la Selección Argentina, lideró al equipo durante un periodo dorado, ganando seis ediciones de la Copa América (1941, 1945, 1946, 1947, 1955 y 1957).
Su enfoque táctico y su capacidad para formar equipos competitivos lo convirtieron en uno de los entrenadores más exitosos de la historia del fútbol sudamericano. Además, dirigió clubes como Racing Club, con el que también logró títulos, y ayudó a desarrollar a generaciones de futbolistas que llevaron a Argentina a nuevas alturas.
El Legado de Stábile
Guillermo Stábile no solo fue un goleador excepcional, sino también un visionario que marcó el camino para el fútbol argentino en los escenarios más importantes del mundo. Su éxito como jugador y entrenador lo convirtió en un símbolo de excelencia y dedicación.
En 1966, el fútbol perdió a una de sus leyendas cuando Stábile falleció a los 61 años. Sin embargo, su impacto sigue vivo en la rica historia del deporte, recordado como el primer máximo goleador de un Mundial y como un arquitecto del éxito futbolístico argentino.
RELATED POSTS
View all
